Este es un poema dedicado para ti, que en el cielo estas, este un poema que con todo mi corazón te quiero hacer hasta el cielo llegar.
Al abrir mis ojos imaginaba aquella mirada que me hacía estremecer. Hay veces que siento tu presencia al anochecer y no te voy a negar que te extraño con una fuerza sobrenatural.
Aún recuerdo aquel perfume que por las tardes solías tener. Y sabes, algunas veces lloro porque en realidad me gustaría volverte a ver. Pero después suspiro profundamente y sé que te fuiste en paz y que me sigues cuidando desde donde estás.
Quiero expresarte que mi corazón se llena de nostalgia y otras veces de alegría, cada vez que imagino tu mano junto a la mía y recuerdo tus hermosos ojos que iluminaban todo mi ser y hacía de una noche muy oscura para mí, un bello amanecer.
Lo sé, sé que ahora estás ausente, pero tu presencia siempre estará presente en lo más profundo de mi ser. Tu adiós físico no significa mucho para mí ahora, porque comprendo que debías partir. Sé que donde quiera que estés mi mano, siempre tomarás y siempre de mí cuidarás. Serás ese ángel que aún en mis momentos oscuros me protegerá.
Ahora puedo decirte que realmente acepto que tu alma eligió un nuevo viaje muy lejos de aquí… ¡Quiero decirte que yo siempre te voy a amar y en cualquier momento de mi vida, siempre presente, ahí estarás!
Te doy las gracias por el amor que en tu vida terrenal me supiste dar. Gracias por cada abrazo que me diste, gracias por cada momento que junto a mí, en vida, compartiste.
Esto es para ti que en el cielo estas y que a mi corazón con tu amor siempre guiaras, porque en cada paso que doy, tú a mi lado estas.
